Las tradiciones son lejanas, siendo trasmitidas de generación en generación aunque en algunos casos no ha sido posible mantenerlas en parte por los cambios sufridos en esta sociedad tan fugaz y efímera. A continuación se detallan resumidamente algunas de ellas:
LA MATANZA DEL CERDO
La tradicional matanza del cerdo, fue recuperada hace siete años en éste muncicipio, gracias a la Asociación el Portigao, que se propuso ir recuperando el mayor número posible de las costumbres y tradiciones de más arraigo en Fuentestrún; también se ha recuperado el trabajo comunal.
En éstas jornadas de matanza, todo el proceso de elaboración se realiza con técnicas artesanas, empezando por el sacrificio del animal, la preparación de las morcillas, los embutidos y la elaboración de la carne.
La tradicional matanza del cerdo, fue recuperada hace siete años en éste muncicipio, gracias a la Asociación el Portigao, que se propuso ir recuperando el mayor número posible de las costumbres y tradiciones de más arraigo en Fuentestrún; también se ha recuperado el trabajo comunal.
En éstas jornadas de matanza, todo el proceso de elaboración se realiza con técnicas artesanas, empezando por el sacrificio del animal, la preparación de las morcillas, los embutidos y la elaboración de la carne.
PAGAR EL DURO
Tributo que debían pagar los chavales al cumplir los 14 años para poder salir de fiesta con los mozos.
Tributo que debían pagar los chavales al cumplir los 14 años para poder salir de fiesta con los mozos.
PAGAR EL RESCATE
Tributo que debían pagar los mozos de fuera cuando se echaban por novia alguna de las mozas del pueblo.
Tributo que debían pagar los mozos de fuera cuando se echaban por novia alguna de las mozas del pueblo.
PAGAR EL PISO
Tributo que debían pagar los mozos de fuera que se casaban con una moza del pueblo. Con el dinero recaudado de todos estos tributos, se corrían una juerga.
Tributo que debían pagar los mozos de fuera que se casaban con una moza del pueblo. Con el dinero recaudado de todos estos tributos, se corrían una juerga.
LA TORTA CAIDERA
Se trata de una torta peculiar que cuando se casa una moza del pueblo y se oficia el sacramento, al llegar el sacerdote al punto “…si nadie manifiesta impedimento alguno…”; si realmente no hay impedimento que se ponga de manifiesto en ese momento, uno de los hombres asistentes no invitados a la boda se acerca, coge la torta acompañada de jarras con vino y sale al "portigao" para repartirla y dar buena cuenta de ello entre los que no están "invitados" a la boda. ¡A ver si la tradición se revive!
Se trata de una torta peculiar que cuando se casa una moza del pueblo y se oficia el sacramento, al llegar el sacerdote al punto “…si nadie manifiesta impedimento alguno…”; si realmente no hay impedimento que se ponga de manifiesto en ese momento, uno de los hombres asistentes no invitados a la boda se acerca, coge la torta acompañada de jarras con vino y sale al "portigao" para repartirla y dar buena cuenta de ello entre los que no están "invitados" a la boda. ¡A ver si la tradición se revive!
PLANTAR EL MAYO
Se obtenía un árbol alto y recto para “plantarlo” al lado de la casa de aquel hijo del pueblo que recibía el sacramento del orden sacerdotal, es decir, cuando “cantaba misa” (el cantamisa). La ordenación venía siendo fuera de la localidad y la forma de dar la bienvenida al nuevo sacerdote y como reconocimiento y respeto se plantaba el chopo más alto del lugar al lado de su casa. ¡A ver si la tradición se revive!
Se obtenía un árbol alto y recto para “plantarlo” al lado de la casa de aquel hijo del pueblo que recibía el sacramento del orden sacerdotal, es decir, cuando “cantaba misa” (el cantamisa). La ordenación venía siendo fuera de la localidad y la forma de dar la bienvenida al nuevo sacerdote y como reconocimiento y respeto se plantaba el chopo más alto del lugar al lado de su casa. ¡A ver si la tradición se revive!
SÁN ANTÓN
(17 de enero). Se daba la vuelta a la Iglesia con los animales, fundamentalmente caballerías y perros; se respetaba la tradición de no realizar la matanza y el sacrificio de cerdos en este día y comían hormigos con san Antones.
(17 de enero). Se daba la vuelta a la Iglesia con los animales, fundamentalmente caballerías y perros; se respetaba la tradición de no realizar la matanza y el sacrificio de cerdos en este día y comían hormigos con san Antones.